La sentencia de 13 años y nueve meses de prisión contra un líder de la oposición en Venezuela sin ninguna evidencia creíble en su contra muestra la absoluta falta de independencia e imparcialidad judicial en Venezuela, dijo Amnistía Internacional.
"Los cargos contra Leopoldo López nunca fueron adecuadamente sustanciados y la sentencia de prisión en su contra tiene una clara motivación política. Su único 'crimen' es ser líder de un partido opositor en Venezuela," dijo Erika Guevara-Rosas, Directora para las Américas de Amnistía Internacional.
"Nunca debió haber sido arrestado arbitrariamente o enjuiciado en primer lugar. Es un prisionero de consciencia y debe ser liberado inmediata e incondicionalmente."
"Con esta decisión, Venezuela está eligiendo ignorar principios básicos de derechos humanos y dando una luz verde a más abusos."
Christian Holdack, Demian Martín y Ángel González, quienes fueron enjuiciados junto a Leopoldo López, también fueron encontrados culpables - pero cumplirán su condena fuera de prisión.
En el caso de Christian Holdack, que recibió una sentencia de 10 años y seis meses, la acusación del Ministerio Público, a la que Amnistía Internacional tuvo acceso, no contenía evidencia creíble que sostuviera los cargos en su contra.
Información adicionalLeopoldo López, líder del partido de oposición Voluntad Popular, se entregó a la Guardia Nacional el 18 de Febrero de 2014 tras una manifestación que organizó. Fue acusado de cargos que incluían terrorismo, homicidio y daños corporales agravados, instigación pública, daños a la propiedad, incendio en grado determinador y asociación para delinquir. Ha estado detenido desde entonces.
En Agosto de 2014, el grupo de trabajo de Naciones Unidas sobre Detenciones Arbitrarias dijo que la detención de López había sido arbitraria y el Alto Comisionado para los Derechos Humanos pidió a las autoridades que lo liberaran inmediatamente.
Cuarenta y cuatro personas murieron, incluyendo miembros de las fuerzas de seguridad, y cientos fueron heridas durante las protestas que tuvieron lugar en Venezuela en la primer mitad de 2014. Cientos fueron maltratados y miles detenidos. Las víctimas y sus familias todavía esperan justicia.