"Las noticias que llegan de Turquía según las cuales en el oeste del país se ha acorralado y recluido a más de un millar de personas refugiadas son alarmantes, pero no sorprenden. Desde septiembre hemos visto a las autoridades turcas detener a decenas de personas refugiadas, sometiéndolas con frecuencia a régimen de incomunicación, y devolviéndolas a las vecinas Siria e Irak. Estas prácticas son tan ilegales como intolerables. Andrew Gardner, investigador de Amnistía Internacional sobre Turquía, ha declarado, en el contexto de las conversaciones del pasado fin de semana sobre migración entre la UE y Turquía, que se trata de una mancha que también ensucia la conciencia de la UE.