Ante la noticia de que Estados Unidos podría retirar su firma del Tratado sobre el Comercio de Armas (TCA), Adotei Akwei, director adjunto del trabajo de promoción y relaciones con el gobierno de Amnistía Internacional Estados Unidos, ha declarado:
“Este anuncio es un desafortunado golpe a los esfuerzos para promover la paz y la seguridad internacionales. El TCA es el primer instrumento global que establece unas normas internacionales para la transferencia de armas y munición convencionales con el fin expreso de reducir el sufrimiento humano. El Tratado exige que los gobiernos evalúen el riesgo de violaciones del derecho internacional de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario antes de autorizar una venta de armas con el fin de prevenir que éstas se usen de forma irresponsable en conflictos brutales, caigan en manos de la delincuencia organizada o sean canalizadas a terroristas. No interfiere en modo alguno con la Segunda Enmienda de la Constitución de Estados Unidos, que garantiza el derecho de la ciudadanía de llevar armas.
“Como el mayor exportador de armas del mundo, la firma de Estados Unidos en el TCA fue un importante paso para garantizar que las armas peligrosas están fuera del alcance de las manos equivocadas. Con este anuncio, la administración Trump reabrirá las compuertas de las ventas de armas con criterios precarios en materia de derechos humanos, lo que podría alimentar conflictos brutales y menoscabar la seguridad de todas las personas