La discriminación, la homofobia y la cruzada emprendida por Rusia contra “las relaciones sexuales no tradicionales” han contribuido a alimentar un inquietante aumento de la hostilidad contra los grupos que defienden los derechos humanos de las personas LGBTI en zonas de la ex Unión Soviética. Así lo ha manifestado Amnistía Internacional en un nuevo informe hecho público hoy.
‘Less equal: LGBTI human rights defenders in Armenia, Belarus, Kazakhstan, and Kyrgyzstan explora el entorno cada vez más discriminatorio al que se han enfrentado en los últimos años los grupos que defienden los derechos de las personas LGBTI en cuatro antiguos Estados soviéticos, incluso dentro de la propia comunidad de derechos humanos.. En los cuatro países, las actitudes contra las personas LGBTI se han endurecido, en parte a consecuencia de las prácticas y la retórica represivas que emanan de Moscú.
“Los y las activistas LGBTI llevan mucho tiempo sufriendo discriminación, incluso entre otros grupos de derechos humanos. Ahora el alcance de la influencia rusa y de sus medios de comunicación han desempeñado un importante papel a la hora de deteriorar aún más la situación de los grupos LGBTI en la región. Su ataque en toda regla contra los derechos de las personas LGBTI ha envalentonado a otros gobiernos para poner en práctica políticas igualmente represivas y ha exacerbado las actitudes públicas negativas en estos países, incluso entre los grupos de derechos humanos ‘generales’”, ha manifestado Denis Krivosheev, director adjunto de Amnistía Internacional para Europa y Asia Central.
“La idea, promovida por Rusia, de que los derechos de las personas LGBTI son un ‘valor occidental’ que en cierto modo amenaza la seguridad nacional se está afianzando en otros lugares. Es un clima de ignorancia y odio que está siendo fomentado por los gobiernos nacionales y que incluso infecta a la comunidad de derechos humanos de la región.”