El fracaso de aprobar una reforma para despenalizar el aborto durante el último ciclo legislativo de El Salvador es un retroceso enfermizo para los derechos humanos; así lo ha manifestado hoy Amnistía Internacional.
“Legisladores de El Salvador tienen las manos manchadas de sangre después de negarse a siquiera discutir la reforma para despenalizar el aborto. Esta reforma, que se necesitaba desesperadamente, habría salvado la vida de incontables mujeres y niñas que corren peligro innecesariamente debido a la prohibición total del aborto. La oportunidad desperdiciada de poner fin a esta injusticia es un golpe terrible a los derechos humanos en El Salvador”, ha manifestado Erika Guevara Rosas, directora para las Américas de Amnistía Internacional.
La Asamblea Legislativa de El Salvador perdió varias oportunidades para discutir la reforma para despenalizar el aborto durante el ciclo legislativo que efectivamente terminó al final de la sesión del jueves.
El Salvador es uno de muy pocos países del mundo donde el aborto está prohibido actualmente en todas las circunstancias. Al menos 23 mujeres y niñas continúan encarceladas en aplicación de la prohibición total del aborto.
La reforma del Código Penal propuesta habría despenalizado el aborto en los casos de violación, abuso sexual de una menor de edad, peligro para la salud o la vida de la embarazada o diagnóstico de anomalía fetal mortal.
Este mes, Amnistía Internacional entregó una petición firmada por 268.630 personas de 60 países para instar a la Asamblea Legislativa de El Salvador a despenalizar el aborto en estas circunstancias.
“El estado no puede seguir criminalizando a mujeres y niñas y violando sus derechos sexuales y reproductivos. Las autoridades salvadoreñas deben poner en libertad de inmediato y sin condiciones a todas las que han sido encarceladas por someterse a un aborto o sufrir complicaciones relacionadas con el embarazo.”