Mostrar compasión hacia las personas refugiadas no debe ser delito
De Kumi Naidoo
Les ofreció comida, agua y un lugar donde quedarse. Pero, según la fiscalía estatal de Arizona, la acción compasiva del voluntario Scott Warren de proporcionar ayuda humanitaria básica a dos migrantes de Honduras, fue delictiva, hasta el extremo de que se abrió un controvertido proceso contra él que pudo acarrearle 20 años de cárcel.
Aunque el sonado proceso ha terminado en juicio nulo este mes, el gobierno no ha retirado los cargos y persiste la amenaza de un nuevo juicio.
Esta táctica cada vez más utilizada por los gobiernos de perseguir a quienes han mostrado compasión hacia personas refugiadas y migrantes no sólo es contraria a los valores humanos fundamentales de la bondad y la decencia, sino que además representa una preocupante escalada de la represión de los derechos de las personas en movimiento.
El caso particular de Scott Warren ha ocupado titulares en medios de comunicación de todo el mundo y es representativo de la hostilidad declarada del gobierno de Donald Trump hacia las personas migrantes y refugiadas. Sin embargo, hay muchas personas en Estados Unidos que sienten consternación por la tragedia humana que está sucediendo ante su misma puerta. En palabras del propio Scott Warren, "está muriendo gente a las afueras de nuestra ciudad, y eso es lo que me mueve a actuar".
La muerte de personas que habían emprendido arriesgadas travesías por el árido desierto de Sonora (Arizona) no es un trágico accidente, sino la culminación de una política del gobierno federal aplicada desde hace años para disuadir de cruzar la frontera con Estados Unidos que consiste en cerrar las rutas migratorias existentes para obligar a la gente a tomar otras mucho más difíciles y peligrosas. Las autoridades fronterizas de Estados Unidos han registrado 7.242 muertes en la frontera en los últimos 20 años, y Arizona es una de las zonas más letales, con casi 4 de cada 10 de estas muer
21 junio 2019
Ataques a Sri Lanka: Otro sombrío recordatorio de la necesidad de abordar el odio
El impactante atentado con bombas del domingo por la mañana contra iglesias y hoteles en tres ciudades de Sri Lanka que causó más de 290 muertes y más de 500 heridos, es otra de las más sombrías llamadas de atención a la intolerancia y el odio que se producen en las sociedades de todo el mundo. Amnistía Internacional ha dicho hoy.
“Amnistía Internacional se solidariza completamente con Sri Lanka en su momento de dolor y extendemos nuestra más sincera condolencia a las víctimas, a sus familiares, amigos y comunidades. Nuestros corazones están con todo el pueblo de Sri Lanka y pedimos a las autoridades que garanticen que la verdad y la justicia prevalecen para derrotar esta violencia sin sentido. Estos horribles ataques son otro recordatorio de que todos debemos tomar una posición unida contra el odio ", dijo Kumi Naidoo, secretaria general de Amnistía Internacional.
22 abril 2019