El pasado viernes 10 de diciembre se presentó en San Juan de Ccarhuacc, comunidad altoandina en el departamento de Huancavelica, el informe Deficiencias fatales. Las barreras a la salud materna en el Perú, ante más de 300 pobladores y pobladoras.El evento se realizó en idioma quechua y fue coordinado conjuntamente por Amnistía Internacional y por Calandria.La presentación fue una forma de retribuir a la comunidad el hecho de haber brindado testimonios para ilustrar la investigación de Amnistía Internacional en 2008. En el estrado estuvieron presentes tres personas que protagonizan los casos de Amnistía Internacional: Teodora Salzar, promotora de la salud de la mujer retirada y lideresa; José Meneses, el mayor de nueve hermanos huérfanos de madre, quien falleció después de dar a luz sin atención médica alguna; y Criselda, quien en 2008 sufrió un aborto a los 8 meses de embarazo después de haberse caído pasteando a sus animales y no poder comunicarse en castellano con la doctora. Esta vez nos llevamos la grata sorpresa que Criselda tenía un bebé de seis meses.Estuvieron presentes en el evento alcaldes de comunidades vecinas, alcaldes electos, representantes de la Dirección Regional de Salud de Huancavelica, y profesionales de los centros de salud de de Yauly. Además de periodistas locales, corresponsales de RPP, Panamericana y Canal N en la región cubrieron la noticia.El informe examina los altos índices de mortalidad materna entre las mujeres pobres e indígenas del medio rural peruano y evalúa el impacto de las últimas políticas adoptadas por el gobierno para hacer frente al problema. Perú presenta uno de los índices de mortalidad materna más elevados de todo el continente americano. Según datos oficiales, por cada 100.000 nacidos vivos en Perú mueren 115 mujeres. Las Naciones Unidas señalan un número aún mayor. La mayoría de esas mujeres son campesinas, pobres e indígenas.