Amnistía Internacional ha manifestado que todo acuerdo sobre la liberación del científico nuclear Igor Sutyagin que obligue a éste a abandonar Rusia contra sus deseos constituirá un exilio forzoso, prohibido por el derecho internacional.Según los informes, Igor Sutyagin va a ser conducido a Reino Unido como una de las personas declaradas culpables de espionaje en Rusia que van a ser intercambiadas por 10 u 11 personas acusadas por Estados Unidos de espiar para Rusia."Si Igor Sutyagin se opone a este 'acuerdo' y lo ha aceptado bajo presión, puede constituir exilio forzoso", ha manifestado Nicola Duckworth, directora del Programa para Asia y Europa Central de Amnistía Internacional."El acuerdo le priva también de la oportunidad de que se celebre un nuevo juicio, que cumpla las normas internacionales sobre justicia procesal, con el que limpiar su nombre de los cargos de los que ha sido declarado culpable. Asimismo le priva de su contacto con familiares y amigos."La madre de Igor Sutyagin dijo a Amnistía Internacional que su hijo se oponía al acuerdo pero que fue coaccionado para aceptarlo."Él comprende que, al firmar una confesión de su culpabilidad, pierde toda ocasión de contar con un juicio justo, incluida una vista de su caso ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Por eso me ha pedido que haga saber a todo el mundo que no es culpable. Tuvo que firmar esta confesión porque no tenía otra opción. Para él, su intercambio equivale a ser expulsado del país", ha declarado Svetlana Sutiagina.Amnistía Internacional destacó el caso de Igor Sutyagin en 2004 en relación con la preocupación en torno a la libertad de expresión y los juicios justos.Igor Sutyagin recopiló información sobre cuestiones militares y de defensa en Rusia mientras trabajaba como asesor privado de la consultoría Alternative Futures, con sede en Reino Unido. En 2004 fue declarado culpable de "alta traición mediante espionaje" y fue condenado a 15 años en una colonia penal de régimen estricto.Siempre ha afirmado que únicamente ha utilizado fuentes públicas abiertas, y siempre ha negado su culpabilidad de los cargos de espionaje y de transmisión de secretos de Estado.El caso contra Igor Sutyagin fue iniciado por el Servicio Federal de Seguridad ruso.Amnistía Internacional considera que el caso obedece a motivos políticos y forma parte de una práctica de represión de la libertad de expresión en Rusia que, en los últimos años, ha avanzado hasta incluir a intelectuales y figuras de la cultura, así como a grupos religiosos.Los procedimientos contra Igor Sutyagin estuvieron enturbiados por violaciones de las normas internacionales sobre juicios justos. Amnistía Internacional ha pedido que se le conceda de inmediato un nuevo juicio.Durante varios años, Amnistía Internacional ha manifestado su preocupación por el espacio, cada vez más reducido, en el que expresar opiniones discrepantes y en el que los medios de comunicación independientes y las organizaciones no gubernamentales puedan operar en la Federación Rusa.A la organización le preocupa la restricción cada vez mayor del derecho a la libertad de expresión en Rusia.