Foto: Amakuha
Hoy hace exactamente tres meses que comenzaron las protestas del EuroMaydan de Ucrania. No recuerdo en mi vida que el país hubiera sido testigo de tamaño quebrantamiento de la dignidad y los derechos humanos, de tan espantosa incapacidad del gobierno de escuchar a la ciudadanía ni del increíble valor demostrado por personas anónimas en defensa de sus derechos.A finales del año pasado, cuando íbamos a presentar nuestra primera petición contra la impunidad y brutalidad policiales, no podíamos imaginar el alcance de los abusos cometidos por funcionarios encargados de hacer cumplir la ley a los que nos tendríamos que enfrentar en enero y febrero de 2014.Cuando el 19 de febrero volvieron a estallar violentos enfrentamientos con la policía, nos vimos obligados a cerrar nuestra oficina de Kiev por la inseguridad. Pasé esa noche en Maydan -la céntrica plaza de la Independencia de la ciudad y epicentro de las protestas- cuando la policía la ocupó e intentó por tercera vez "limpiar" la zona. Ese mismo día, más de 30 manifestantes murieron a causa de los disparos en el centro de Kiev. La policía usaba contra los manifestantes munición real, granadas paralizantes nuevas de fabricación rusa, gas lacrimógeno, balas de goma, tres cañones de agua y dos unidades de transporte de tropas. Parecía la guerra … Mientras la policía retiraba las barricadas, los manifestantes crearon un muro de fuego a su alrededor, quemando neumáticos y "todo lo que ardiese", como ropa.Había unas 5.000 personas en la plaza, y todas y cada una de ellas tenía un cometido. Unas organizaban filas para hacer llegar piedras y ruedas a la primera fila, donde muchachos y muchachas jóvenes arriesgaban su vida para salvar la nuestra. Vi a miles de personas, llenas de concentración, dignidad y valor. Estudiantes, jubilados, modernos, hablantes de ruso y ucranio, académicos y mineros, de todas partes del país. Me sentí orgulloso de ellos.Estaba de pie cerca del escenario principal, cuando una bala de goma me golpeó en la pierna. Como la habían disparado desde lejos, no resulté herido, y el dolor duró tan sólo unos cinco minutos. Cuando grité "ay", las personas que estaban a mi alrededor se volvieron, dispuestas a ayudar. No tenían ningún miedo. Cuando les dije que estaba bien, nos reímos todos. Dos minutos después, uno de los líderes de la oposición resultó herido por una bala de goma, mientras hablaba en el escenario principal. Quienquiera que disparase, pretendía alcanzarlo en la cara.Durante el día siguiente, 20 de febrero, se produjo un nuevo estallido de violencia en la plaza Maydan. En el transcurso de los enfrentamientos, según los informes, más de 60 personas resultaron muertas por disparos de francotiradores. Los manifestantes recuperaron terreno perdido en la plaza y los efectivos policiales fueron obligados a retroceder. El equipo de Amnistía Internacional Ucrania decidió donar sangre, teniendo en cuenta el elevado número de víctimas; nos presentamos en unos cinco sitios diferentes, pero todos ellos ya estaban llenos de personas donando sangre, y no tenían suficiente espacio. Apuntaron nuestros nombres en la lista para el día siguiente.El metro había sido clausurado el 19 de febrero, y muchas personas abandonaron la ciudad o decidieron no salir de casa. Sin embargo, el número de personas reunidas en Maydan aumentaba constantemente, a medida que llegaban a Kiev automóviles y autobuses procedentes de todas partes del país, que trataban de burlar los puestos de control. Conocí a unas personas de Zhytomir que habían caminado durante tres horas por el bosque para llegar a la ciudad.La mayoría de las personas que recibieron disparos en Maydan tenían heridas en el cuello. Hablé con uno de los médicos y me contó que no era posible sobrevivir con heridas como ésas y que habían recibido disparos efectuados claramente por profesionales que tiraban a matar.Se colocaron decenas de cadáveres en la plaza Maydan y delante del edificio del Ayuntamiento. Vi hombres que rezaban y lloraban cerca de sus amigos muertos. Sigue sin conocerse la cifra total de víctimas mortales, pero supera los 70. Repasé la lista de víctimas mortales esperando no encontrar a nadie que conociese … No había ningún conocido, pero muchas personas no tuvieron tanta suerte.Más información:Ukraine: Deeply troubling accounts of shootings amid clashes (noticia, 20 de febrero de 2014)Recommendations to the Ukrainian authorities on the use of force in policing demonstrations (documento de política, 20 de febrero de 2014)Ucrania: No basta lamentarlo; hay que acabar con la impunidad policial (declaración pública, 11 de febrero de 2014)