La vergonzosa ejecución en Pakistán de un hombre que sólo tenía 15 años cuando cometió el delito por el que fue condenado pone de relieve los numerosos problemas graves que rodean el uso de la pena de muerte en este país, ha declarado Amnistía Internacional.
Aftab Bahadur fue ahorcado esta mañana en la prisión de Lahore. En septiembre de 1992, cuando tenía 15 años, fue detenido y acusado del asesinato de una mujer y sus dos hijos, cometido ese mismo mes.Bahadur fue implicado en el crimen por Ghulam Mustafa, acusado junto con él, que posteriormente sostuvo que lo habían torturado mientras estaba bajo custodia policial para que "confesara" su participación en el crimen. La ejecución de Ghulam Mustafa estaba también prevista para hoy, pero se suspendió en el último momento."Este es un día tremendamente triste: Aftab Bahadur estuvo más de dos décadas en el corredor de la muerte, incluso tras aparecer pruebas de su aparente inocencia, y ahora ha sido ahorcado. Siempre mantuvo su inocencia y que lo torturaron para que 'confesara'", ha dicho David Griffiths, director adjunto del Programa Regional para Asia y Oceanía de Amnistía Internacional."Este caso es emblemático de los numerosos problemas graves que existen sobre la forma en que se impone la pena de muerte y se realizan las ejecuciones en Pakistán; el sistema de justicia está lleno de cuestiones que afectan a la imparcialidad procesal y de condenas basadas en declaraciones obtenidas mediante torturas u otros malos tratos. Aftab sólo tenía 15 años cuando fue declarado culpable.""El derecho internacional no puede ser más claro sobre la prohibición de condenar a muerte a menores de edad. Pese a ello, podría haber un número significativo de condenados a la pena capital en Pakistán que tenían menos de 18 años cuando supuestamente cometieron el crimen. Desde que se reanudaron las ejecuciones el pasado mes de diciembre, todas estas vidas, así como las de miles de condenados a muerte más, corren peligro. Pakistán debe imponer inmediatamente una moratoria de las ejecuciones con vistas a la abolición total de la pena de muerte."En las últimas semanas, el ritmo de las ejecuciones se ha acelerado de forma alarmante en Pakistán; desde que se levantó la moratoria de las ejecuciones en diciembre de 2014 han sido ejecutadas al menos 150 personas.A fecha de hoy, 140 países han abolido la pena de muerte en la ley o en la práctica. Amnistía Internacional se opone a la pena de muerte en todos los casos sin excepción, con independencia de la naturaleza y de las circunstancias del delito, de la culpabilidad o inocencia de la persona y del método de ejecución.Información complementariaGhulam Mustafa, compañero de trabajo de Aftab Bahadur, sostuvo que lo torturaron mientras estaba bajo custodia policial para que "confesara" el delito y que implicó a Aftab Bahadur sólo debido a esta tortura. Mustafa estaba dispuesto a firmar una declaración en la que manifestaba la inocencia de Aftab Bahadur antes de que se ejecutara su condena, pero las autoridades penitenciarias de Multan (Pakistán) impidieron que firmase la declaración para los abogados de Aftab Bahadur.El único testigo de la acusación que ha declarado haber visto a Ghulam Mustafa y Aftab Bahadur cometiendo el asesinato dijo posteriormente que la declaración original era falsa y que la policía lo había presionado para que dijera que había presenciado los hechos.Cuando sucedieron los hechos, los funcionarios encargados de la investigación actuaron en aplicación de la Ley de Juicios Rápidos de 1991, ya derogada, que les exigía presentar los resultados de su investigación ante el Tribunal Especial en el plazo de 14 días desde que se cometió el delito. Además, el Tribunal debía emitir sus conclusiones en 30 días, lo que dio muy poco tiempo a Aftab Bahadur y a su abogado para preparar la defensa, que incluía llamar la atención del tribunal sobre el hecho de que se había registrado erróneamente que tenía 21 años cuando en realidad era menor de 18.