Los Estados miembros de las Naciones Unidas deben continuar manteniéndose firmes contra la vigilancia indiscriminada y respetando el derecho de las personas a la privacidad. Así lo ha manifestado Amnistía Internacional, cuando la Tercera Comisión de la Asamblea General de la ONU ha adoptado una resolución clave sobre el tema.La resolución sobre "El derecho a la privacidad en la era digital" supone una primera respuesta positiva de la Asamblea General de la ONU a prácticas indiscriminadas como la vigilancia masiva de las formas modernas de comunicación. Se basa en la firme postura adoptada en los últimos meses por altos cargos de la ONU como la alta comisionada para los derechos humanos, Navi Pillay, y el relator especial sobre la libertad de opinión y expresión, Frank La Rue.Además de la vigilancia dentro de los países, la resolución expresa la honda preocupación de la Asamblea General por las consecuencias negativas que la vigilancia puede tener en los derechos humanos de personas situadas fuera de las fronteras de un Estado."Es un momento crítico para la protección de la privacidad en el mundo. La vigilancia masiva pisotea el derecho de las personas a la privacidad y amenaza seriamente la capacidad de las personas de expresar e intercambiar libremente ideas y opiniones", ha manifestado José Luis Díaz, representante de Amnistía Internacional en las Naciones Unidas. "Esto sucede tanto si las personas afectadas se encuentran dentro de las fronteras de los Estados que realizan esas prácticas como si de encuentran fuera de ellas."La resolución fue presentada por Alemania y Brasil en plena cadena de revelaciones sobre el uso, por parte del gobierno estadounidense y de otros gobiernos, de programas de vigilancia masiva para interceptar, recopilar y vigilar comunicaciones, tanto dentro de sus fronteras como fuera de ellas.Amnistía Internacional y otras organizaciones de derechos humanos enviaron la semana pasada una carta conjunta a los Estados miembros de la ONU en la que les pedían que respaldaran el borrador de resolución. "Una resolución enérgica reiteraría de manera crucial la importancia de proteger la privacidad y la libertad de expresión ante los avances tecnológicos y ante el invasivo poder del Estado", manifestaron los grupos.El derecho a la privacidad -consagrado en la Declaración Universal de Derechos Humanos y en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos- está intrínsecamente ligado a la libertad de expresión y a muchos otros derechos. El respeto de la privacidad también tiene una importancia crucial para las personas -por ejemplo, periodistas, abogados y activistas de derechos humanos- que utilizan las tecnologías de la información y la comunicación para transmitir información confidencial sobre violaciones de derechos humanos."Los programas de vigilancia masiva constituyen una grave amenaza para los derechos humanos", ha manifestado José Luis Díaz. "Los Estados deben examinar a fondo las prácticas que están adoptando y mantener una conversación honrada sobre los riesgos que están corriendo. Y deben comprometerse a alcanzar un equilibrio adecuado entre la privacidad y la seguridad, un equilibrio en el que las libertades que son esenciales para el espíritu humano reciban un peso suficiente."La resolución pide a la alta comisionada para los derechos humanos que examine más a fondo estas cuestiones y, el año que viene, informe al Consejo de Derechos Humanos de la ONU y a la Asamblea General sobre la protección y promoción del derecho a la privacidad en el contexto de la vigilancia tanto nacional como extraterritorial."La realización de un estudio exhaustivo sobre la vigilancia de las comunicaciones nacionales y extranjeras y sus implicaciones para los derechos humanos, como el derecho a la privacidad, brinda una buena oportunidad para reafirmar la importancia de mantener un equilibrio adecuado entre privacidad y seguridad", ha manifestado José Luis Díaz. Enlace: artículo de opinión del 25 de octubrehttp://www.amnesty.org/es/news/respuesta-onu-vigilancia-buscar-equilibro-intimidad-seguridad-2013-10-25