Todo comenzó a principios de la década de 1990 en una pequeña oficina en el centro de Londres, donde un grupo de activistas de Amnistía Internacional y otras ONG y más tarde abogados dedicaron muchos días a tratar de encontrar una vía legal para acabar con las consecuencias letales del comercio de armas descontrolado: un Tratado sobre el Comercio de Armas (TCA).Casi un cuarto de siglo después -estas cosas requieren tiempo-, una versión más débil de aquella primera propuesta ha llegado a las Naciones Unidas, y sólo le quedan unos pasos para que se convierta en un tratado internacional que podría cambiar la vida de millones de personas.Brian Wood, experto en armas de Amnistía Internacional, explica cómo los flujos incontrolados de armas están arruinando millones de vidas, diezmando comunidades enteras, y por qué las negociaciones que tienen lugar este mes en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York pueden ser históricas.
¿Cómo es el comercio internacional de armas?Se calcula que, sólo en 2012, el comercio internacional de armas movió unos 100.000 millones de dólares estadounidenses, mientras que un par de años antes se comerció por valor de 80.000 millones de dólares, así que está creciendo con rapidez.Y si se suman todos los servicios relacionados, incluidos los militares y los de construcción, por ejemplo, su valor es del orden de 120.000 millones de dólares.Es un comercio de productos muy peligrosos, muy mortíferos, diseñados para matar y mutilar. Como no está sometido a un control muy estricto y cuidadoso, millones de personas mueren o sufren mutilaciones.
Entonces, ¿cuántas personas mueren cada año por culpa de las armas?Se calcula que aproximadamente medio millón de personas mueren cada año por la acción de armas de fuego. Se producen muertes en el campo de batalla pero también a causa de la represión de los Estados y a manos de bandas delictivas.Además, muchos millones de personas mueren en todo el mundo porque se les niega el acceso a atención de la salud, agua o alimentos cuando se ven atrapadas en conflictos alimentados por el flujo incontrolado de armas. En la República Democrática del Congo, por ejemplo, se calcula que más de cinco millones de personas han muerto indirectamente debido al conflicto armado desde 1998.Y desde luego no se trata sólo de muertes. Por cada persona que muere en un conflicto armado, hay que contar las muchas que resultan heridas o sufren tortura, abusos o desaparición forzada o son tomadas como rehenes debido al conflicto armado y la violencia armada.El problema es de unas proporciones absolutamente ingentes y puede destrozar todas las áreas de la vida y los medios de sustento de la gente.
¿Quién se ve especialmente afectado por el flujo incontrolado de armas?Las mujeres se ven afectadas sobremanera, en aspectos que a menudo son invisibles y de los que apenas se habla.En Guinea, por ejemplo, nos contaron la historia de una mujer que fue violada por un soldado mientras otro le ponía un arma en la cabeza. Este tipo de violencia puede producirse en una escala masiva.También se puede observar un efecto desproporcionado en los niños y niñas y en las personas jóvenes. En algunos países se recluta a niños y niñas para las fuerzas armadas y para grupos armados y se les obliga a combatir.
¿Quién es responsable de esta situación?Los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU -Estados Unidos de América, Rusia, China, Francia y Reino Unido- son los mayores comerciantes de armas. Alemania, Israel, Italia, Suecia, Sudáfrica, España, Bélgica y Ucrania son también grandes comerciantes de armas.Y están también los grandes importadores de armas, como India, Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos y otros.
¿Y las empresas, no son también responsables? Es cierto que gran parte del comercio de armas lo llevan a cabo entidades comerciales, empresas y proveedores de servicios, intermediarios y traficantes de armas y quienes transportan las armas, además de las empresas que las fabrican.Es una industria de una magnitud considerable, pero la responsabilidad principal recae siempre en los gobiernos y los Estados. Sólo ellos pueden regular, incluso prohibir, el comercio. El problema es que con el tiempo el diseño y la aplicación de las leyes simplemente no han sido lo bastante satisfactorios.7
¿Qué es el Tratado sobre el Comercio de Armas y cómo puede marcar la diferencia?El Tratado sobre el Comercio de Armas (TCA) es en este momento un proyecto de texto que aspira a crear criterios comunes y reglas comunes para regular mejor el flujo internacional de armas con objeto de reducir el sufrimiento humano.Hay tantas leyes y reglamentos en todo el mundo y tantas lagunas, que el Tratado sobre el Comercio de Armas es vital para crear criterios y reglas comunes y para hacer que los Estados reformen por completo sus sistemas de control y trabajen juntos para someter el comercio de armas a una regulación muy estricta.
¿Cómo se puede garantizar que los gobiernos respeten el tratado?Lo único que podemos hacer en este momento para convencer a los Estados es acordar un sistema de presentación de informes anual con reuniones frecuentes de jefes de Estado en las que puedan presionarse unos a otros para determinar si están actuando de manera responsable.Si se acusan unos a otros de violar el tratado, sería necesario un mecanismo de arbitraje y mediación, o bien el asunto pasaría a la jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia.Por último, queremos que se cree un organismo que pueda organizar investigaciones. Las armas desaparecen con frecuencia, sobre todo las armas pequeñas y las municiones.
En julio del año pasado se celebró una gran conferencia para acordar un tratado. ¿Por qué no se hizo? La razón de que no se acordase es que la conferencia se desarrolló bajo la regla del consenso. En la ONU, esto significa que ningún Estado pone objeciones serias a nada.El último día, el gobierno de Estados Unidos afirmó que tenía algunos problemas técnicos con el texto, y después Rusia siguió su ejemplo, al igual que China y un pequeño grupo de países que son contrarios a la idea de un tratado sobre el comercio de armas. Lograron bloquear las deliberaciones por motivos de procedimiento hasta que el tiempo se agotó. Entonces tuvimos que conseguir que los gobiernos accedieran a celebrar otra conferencia para reanudar las negociaciones. Y la conferencia para finalizar y acordar el texto tendrá lugar este mes en Nueva York.El tratado no será perfecto, pues sólo abarca las transferencias de armas entre países y no las ventas de armas internas en cada país, y desde luego no va a resolver el problema del uso indebido de armas, pero es un comienzo, será un hito histórico y colmará un vacío en el ordenamiento jurídico global que pone en peligro la seguridad de todas las personas.Una transferencia de armas es un envío de armas y municiones de un país a otro pero China quiere excluir los "obsequios" y Estados Unidos quiere excluir las municiones.
¿Qué sucederá en la reunión de las Naciones Unidas en marzo?Entre el 18 y el 28 de marzo habrá nueve días de negociaciones. Los Estados examinarán el texto propuesto del tratado, párrafo a párrafo. La propuesta definitiva se presentará a la conferencia y, si ningún Estado pone grandes objeciones, debería ser adoptado. En caso contrario, la Asamblea General de la ONU podrá votarlo.Así pues, al término de la conferencia o poco después debería haber un Tratado sobre el Comercio de Armas, lo cual sería un paso histórico de enorme magnitud. A continuación los Estados tendrían que ratificarlo e incorporarlo a su legislación nacional. Si el tratado incluirá o no reglas adecuadas sigue dependiendo de la voluntad política y por consiguiente de lo que la sociedad civil mundial pueda hacer para generar esa voluntad.
EL COMERCIO GLOBAL DE ARMAS EN CIFRAS - Entre 794.000 y 1.115.000 personas murieron como consecuencia directa de conflictos armados entre 1989 y 2010.
- Se calcula que un promedio de al menos 200.000 personas murieron cada año como consecuencia indirecta de conflictos armados.
- Se calcula que el 42% de los asesinatos en el mundo los cometen individuos y bandas delictivas con armas de fuego.
- Sólo 35 países publican informes sobre transferencias internacionales de armas convencionales y sólo 25 ofrecen datos sobre entregas reales.
- En 2010, el valor total de las transferencias internacionales de armas convencionales en el mundo, según las estadísticas nacionales, fue de aproximadamente 72.200 millones de dólares estadounidenses.
Fuentes: ONU, TransArms, Programa de Datos sobre Conflictos de Uppsala, Declaración de Ginebra.LOS CINCO MAYORES COMERCIANTES DE ARMAS DEL MUNDOChinaEs responsable de aproximadamente el 3% del comercio mundial de armas convencionales.
Clientes principalesA menudo países en desarrollo con deficientes historiales de derechos humanos, como Argelia, Angola, Bangladesh, Egipto, Guinea, Indonesia, Irak, Irán, Jordania, Kenia, Libia, Myanmar, Pakistán, República Democrática del Congo, Sri Lanka, Sudán y Zimbabue.
Transferencias irresponsablesSuministra municiones para armas pequeñas a Sudán, que utilizan las fuerzas de seguridad y las milicias en Darfur. Suministró cohetes y minas antivehículos a la Libia del coronel Muamar el Gadafi, y municiones, granadas propulsadas por cohetes, grabadas de mortero y lanzadores de moteros a Zimbabue.
FranciaFrancia ocupa el tercer lugar del mundo, después de Estados Unidos y Rusia, por el valor de las exportaciones de armas convencionales.
Clientes principalesSingapur, Emiratos Árabes Unidos, Grecia, otros socios de la OTAN, Oriente Medio, Norte de África y otros países francófonos. Francia y Rusia han comenzado a cooperar recientemente en asuntos de defensa y a intercambiar equipos navales.
Transferencias irresponsablesEn general, apoya la aplicación de criterios estrictos para las transferencias de armas, pero ha suministrado armas a países donde podían cometerse graves violaciones de derechos humanos, como Libia durante el gobierno de Gadafi, Egipto y Chad, y Siria entre 2005 y 2009.
RusiaRusia es el segundo comerciante de armas del mundo por el valor de las exportaciones y un negociador influyente del TCA.
Clientes principalesIndia, Siria, Argelia, Myanmar, Venezuela, Sudán y muchos Estados africanos. Al haberse quedado atrás en tecnologías clave, ahora busca socios avanzados y nuevos mercados.
Transferencias irresponsablesSe cree que el 10% de las exportaciones de armas de Rusia tienen como destino Siria, por lo que es el mayor suministrador de armas a este país. Las transferencias incluyen misiles antitanque y aviones de caza MIG. Rusia suministra helicópteros artillados a Sudán, que se usan para atacar a civiles en Darfur y Kordofán del Sur.
Reino UnidoEl valor de las exportaciones de armas convencionales del Reino Unido ocupa constantemente los puestos tercero, cuarto o quinto del mundo.
Clientes principalesEstados Unidos, India, Arabia Saudí, Sudáfrica, otros socios de la OTAN, otros países de Oriente Medio, Norte de África y África subsahariana.
Transferencias irresponsablesEl Reino Unido apoya generalmente la aplicación de criterios estrictos para las transferencias de armas, pero ha suministrado armas a países con un riesgo elevado de graves violaciones de derechos humanos, como Sri Lanka. Se está revisando la legislación nacional tras la aparición de datos que indicaban que el Reino Unido suministró armas pequeñas, municiones y equipo para vehículos blindados a Libia durante el gobierno de Gadafi, armas pequeñas a Bahréin y material policial a Yemen.
Estados Unidos Estados Unidos es con diferencia el mayor comerciante de armas del mundo, y es responsable de aproximadamente el 30% de las transferencias de armas convencionales en términos de valor. Así pues, su postura en relación con el TCA es clave.
Clientes principalesEstados unidos suministra armas a más de 170 países. Ha restringido las transferencias de armas a Myanmar, China, Sri Lanka y Zimbabue, así como a los países sometidos a embargos de armas de la ONU. Sin embargo, ha suministrado armas a países como Sri Lanka, Bahréin, Egipto y Yemen, donde corren el riesgo de ser usadas para cometer graves violaciones de derechos humanos.
Transferencias irresponsablesEstados Unidos es el principal proveedor de armas de Egipto, país al que vende armas pequeñas, municiones y agentes químicos antidisturbios, a pesar de la represión violenta contra los manifestantes. También suministró a Yemen armas pequeñas, agentes químicos y vehículos blindados, y a Bahréin armas pequeñas. Suministra armas, ayuda militar y adiestramiento a las fuerzas de seguridad de Colombia, a pesar de sus persistentes violaciones de derechos humanos.