Una delegación de Amnistía Internacional visitó Haití del 4 al 25 de marzo de 2010 para valorar los motivos de preocupación actuales en materia de derechos humanos derivados de la crisis humanitaria causada por el terremoto del 12 de enero de 2010. En particular, la delegación investigó cuestiones de derechos humanos relacionadas con la protección de los grupos en situación de riesgo, principalmente las mujeres y los niños y niñas, dentro y fuera de los campos improvisados de personas desplazadas.Amnistía Internacional publica este informe y sus recomendaciones para llamar la atención del gobierno de Haití y de los agentes de la comunidad internacional que apoyan a Haití sobre los persistentes motivos de preocupación en Haití en relación con la prevención de la violencia sexual contra las mujeres y niñas y la respuesta a esta violencia. Estos motivos de preocupación son anteriores al terremoto, pero se han agravado después y han dado origen a otros motivos de preocupación específicos que las autoridades de Haití han atendido de manera inadecuada. Estos motivos de preocupación son compartidos por las autoridades haitianas, que reconocen que las medidas adoptadas hasta ahora son insuficientes. En este sentido, las organizaciones internacionales que participan en actividades de asistencia humanitaria y reconstrucción en Haití comparten con las autoridades haitianas la responsabilidad de promover medidas adecuadas para garantizar la protección y la seguridad de las mujeres y los niños y niñas, especialmente contra el riesgo de violencia sexual.Amnistía Internacional pretende también hacer hincapié en la necesidad de definir una estrategia de reconstrucción basada en principios de derechos humanos que prevea medidas preventivas eficaces contra la violencia sexual y recursos adecuados para la protección de los derechos de las mujeres y niñas.La delegación visitó ocho campos distintos en Puerto Príncipe, Jacmel (departamento Sudeste) y Lascahobas (departamento Centro). La delegación de Amnistía Internacional se reunió con decenas de personas desplazadas en estas comunidades, dirigentes comunitarios y activistas de los derechos humanos.La delegación se entrevistó también con autoridades gubernamentales, incluidos el presidente de la República, René García Préval, y el primer ministro, Jean-Max Bellerive. Mantuvo conversaciones con el representante especial interino del secretario general de las Naciones Unidas -que es también el jefe de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH)-, y se entrevistó también con otros funcionarios de la MINUSTAH y de organismos de la ONU que actúan en Haití. Organizaciones locales de derechos humanos y de defensa de los derechos de las mujeres proporcionaron información valiosa sobre la situación actual y los desafíos a los que se enfrentan las mujeres y los niños y niñas en Haití. Organizaciones no gubernamentales internacionales informaron a Amnistía Internacional acerca de las respuestas humanitarias al terremoto. A pesar de las enormes barreras a las que deben hacer frente las víctimas de violencia sexual, activistas de los derechos de las mujeres y grupos de base que colaboran en la rehabilitación de las víctimas de violencia sexual pudieron facilitar testimonios de víctimas, incluidos cuatro de menores de edad.Entre los representantes de los países donantes que apoyan los esfuerzos de reconstrucción en Haití, Amnistía Internacional se reunió con los embajadores de Brasil, Canadá y Francia y con representantes de la embajada de Estados Unidos.Amnistía Internacional es consciente de la complejidad de los desafíos a los que hacen frente las muchas autoridades y entidades que intervienen en los esfuerzos de ayuda humanitaria y reconstrucción en Haití. La organización manifiesta su profundo respeto por el compromiso de todas las personas y entidades que colaboran en la reconstrucción de Haití, a pesar de las dificultades y de la pérdida de vidas de colegas y familiares. Amnistía Internacional espera que el presente informe y sus recomendaciones ayuden a establecer prioridades en las acciones sobre la cuestión de la violencia sexual, un motivo de preocupación compartido por muchas personas que viven y trabajan en Haití.