La aprobación de una nueva ley que reforma el reconocimiento legal de la identidad de género es un histórico paso adelante para las personas transgénero en Grecia. Así lo ha manifestado Amnistía Internacional.
La nueva ley aprobada hoy dispone expresamente que las personas transgénero pueden cambiar su documentación sin necesidad de someterse a intervenciones o pruebas médicas.
“La reforma de hoy es una victoria duramente ganada para los y las activistas en favor de los derechos de las personas transgénero en Grecia, que llevan años luchando por la igualdad de estas personas. Transmite un mensaje claro de que no debe obligarse a nadie a someterse a procedimientos médicos para que su identidad sea reconocida oficialmente”, ha manifestado Fotis Filippou, director adjunto para Europa de Amnistía Internacional.
“Aunque esta reforma es un paso histórico en la dirección correcta, la lucha aún no se ha ganado del todo. El gobierno griego debe realizar cambios adicionales en la ley para garantizar que las personas transgénero en Grecia pueden ser reconocidas legalmente como quienes son sin tener que renunciar a otros derechos.”
Información complementaria
Amnistía Internacional ha hecho campaña este año junto con la Asociación Griega de Apoyo a las Personas Transgénero (SYD), Juventud de Color y All Out para lograr una reforma justa del reconocimiento legal de la identidad de género en Grecia. Esta campaña ha contado también con el apoyo de Transgénero Europa y de la Asociación Internacional de Personas Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersexuales-Europa. A ella se han unido casi 24.000 personas que han pedido al gobierno griego que enmiende su propuesta legislativa de reformar el procedimiento mediante el cual las personas transgénero pueden acceder al reconocimiento legal de su identidad de género.
La nueva ley tiene algunos defectos, como por ejemplo:
Las disposiciones arriba expuestas, contenidas en la nueva ley, obligan a las personas transgénero que buscan el reconocimiento legal de su identidad de género a elegir entre acceder a dicho reconocimiento o reclamar otros derechos humanos.