Amnistía International ha presentado un nuevo manifiesto en el que exige a los gobiernos del mundo que pongan fin a sus intentos de controlar y penalizar la sexualidad y las decisiones de las mujeres y las niñas.

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En el manifiesto, que forma parte de la campaña "Mi cuerpo mis derechos", se pide a los Estados que eliminen las barreras a los servicios, la educación y la información sobre la salud sexual y reproductiva poniendo fin a las leyes y prácticas discriminatorias.Elaborado para que coincida con el Día Internacional de la Mujer, el manifiesto sirve para exponer los derechos que todas las mujeres y las niñas tienen en relación con su cuerpo. A pesar de los avances realizados desde la firma del histórico acuerdo mundial sobre la igualdad de género alcanzado en Beijing hace dos decenios, la reacción en contra que se ha producido posteriormente está privando a las mujeres y las niñas de sus derechos sexuales y reproductivos en todo el mundo."Pese a que en los últimos 20 años decenas de Estados han prohibido el matrimonio forzado y la mutilación genital femenina, su práctica sigue siendo generalizada", ha señalado Jessie Macneil-Brown, directora de la campaña "Mi cuerpo mis derechos" de Amnistía Internacional."Las violaciones graves de los derechos sexuales reproductivos de las mujeres y las niñas son un serio problema. En algunos países el aborto está aún totalmente prohibido y se encarcela a las mujeres incluso por ser sospechosas de haber tenido un aborto inducido o por haber abortado espontáneamente."En el manifiesto, presentado en el marco de la campaña global de Amnistía Internacional "Mi cuerpo mis derechos" , se insta a los Estados a:
  • abolir las leyes que penalizan el ejercicio de las derechos sexuales y reproductivos;
  • dejar en libertad a las mujeres y las niñas encarceladas por haber tenido un aborto inducido o espontáneo y a las personas también presas por haberlas ayudado;
  • garantizar el acceso a servicios integrales de salud sexual y reproductiva;
  • garantizar el acceso a programas de educación sexual no sesgada y basada en datos tanto dentro como fuera de los centros educativos;
  • prevenir todas las formas de violencia de género, especialmente la cometida contra las mujeres y las niñas, y responder a ellas;
  • garantizar que todas las personas tienen voz de manera significativa en las leyes y políticas que afecten a su cuerpo y a su vida;
  • garantizar que todas las personas tienen acceso a recursos judiciales asequibles y efectivos si se violan sus derechos sexuales y reproductivos.
"Los Estados y demás agentes deben poner fin a los intentos de controlar las decisiones de las mujeres y las niñas -ha añadido Jessie Macneil-Brown-. El derecho a tomar decisiones con conocimiento de causa sobre nuestra salud sexual y reproductiva es un derecho humano, que se debe garantizar, no menoscabar y penalizar.""En este manifiesto se hace un llamamiento a todas las personas para que expresen su solidaridad y exijan que se protejan estos derechos."