La
discriminación por motivos de religión o de creencias afecta a la población musulmana en ámbitos de la vida como la educación y el empleo, pudiendo llegar a tener un impacto negativo en sus vidas a causa del aislamiento, la exclusión y la estigmatización a la que pueden llegar a ser sometidos. Las
mujeres, además, pueden sufrir esta misma discriminación simplemente por llevar determinadas prendas, tal y como sucede en países como Bélgica y Francia, donde hay leyes que prohíben el velo integral en espacios públicos. También en
España, algunas autoridades locales han introducido prohibiciones que se aplican en edificios e instalaciones municipales. En algunos colegios españoles también se ha llegado a prohibir el uso del
pañuelo u otras prendas de vestir tradicionales y religiosas. Una estudiante de 16 años fue apartada de su clase en una escuela de enseñanza secundaria de Pozuelo de Alarcón,
Madrid, por llevar esta prenda.Los estereotipos y los prejuicios contra prácticas religiosas o culturales musulmanas también han ocasionado restricciones en el establecimiento de
lugares de culto islámicos. Así, en Suiza se consiguió, tras una votación popular realizada en 2009, que la Constitución recoja la prohibición de construir minaretes. En España, concretamente en
Cataluña, algunos partidos políticos han calificado de "incompatible con las tradiciones y culturas catalanas" la petición de organizaciones musulmanas de abrir una nueva mezquita, lo que les obliga a rezar al aire libre porque las salas de oración existentes son demasiado pequeñas para dar cabida a todos los fieles.En muchos países europeos, los
índices de empleo entre la población musulmana son inferiores a los de las personas no musulmanas. Esto se puede deber a una gran variedad de factores, pero la discriminación también influye. La legislación nacional de países como Bélgica, Francia y Países Bajos prohíbe la discriminación en el ámbito laboral basada en la religión o las creencias, pero Amnistía Internacional considera que no se aplica debidamente.Este tipo de discriminaciones contra personas musulmanas se ven a menudo alimentadas por
opiniones estereotipadas y negativas procedentes de algunos partidos políticos y algunos sectores de los medios de comunicación, que obvian su responsabilidad de no reforzar ideas que puedan fomentar la intolerancia y la discriminación.
Amnistía Internacional denuncia esta situación en su informe "
Elección y prejuicio: discriminación de personas musulmanas en Europa", que recoge casos individuales de discriminación en países como Bélgica,
España, Francia, Países Bajos y Suiza. La organización pide a las autoridades públicas que elaboren y apliquen leyes y políticas y otras medidas efectivas contra la discriminación, y recuerda que los Estados no deben imponer restricciones al uso de símbolos y prendas religiosas o culturales, a menos que esas restricciones cumplan el derecho internacional.