"Los asesinatos por disparos perpetrados la noche del sábado en Orlando demuestran un desprecio absoluto por la vida humana, y nuestros pensamientos están con las víctimas de estos ataques y con la ciudad de Orlando. Pero las condolencias deben ir acompañadas de medidas para proteger a las personas de semejante violencia", ha afirmado Jamira Burley, directora general de campañas de Amnistía Internacional Estados Unidos.
El gobierno de Estados Unidos, por ser Parte en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y en la Convención Internacional sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Racial, tiene la obligación de proteger a la población de la violencia con armas de fuego.
"Falta mucho por conocer sobre este terrible crimen, pero la investigación debe ser exhaustiva y basarse en hechos, no en especulaciones o prejuicios de la índole que sea. El gobierno de Estados Unidos debe cumplir con sus obligaciones en virtud del derecho internacional y abordar la violencia armada como la crisis de derechos humanos que realmente es. Es imprescindible reformar el mosaico actual de legislación local, estatal y federal para garantizar la seguridad e integridad de todas las personas. Nadie debería correr peligro simplemente por ir a la escuela, caminar por la calle o bailar en una discoteca."
