Las pruebas reunidas por Amnistía Internacional indican que las fuerzas de seguridad han empleado fuerza excesiva contra los partidarios del depuesto presidente Mohamed Morsi. Desde el pasado viernes, al menos 88 personas han perdido la vida en las protestas y la violencia política ?tres miembros de las fuerzas de seguridad entre ellas? y unas 1.500 han resultado heridas. Ayer murieron al menos 51 partidarios de Morsi durante los enfrentamientos producidos frente a la sede de la Guardia Republicana."Pese a las afirmaciones del ejército de que los manifestantes atacaron primero durante los enfrentamientos del lunes y de que entre los heridos no hay mujeres ni niños, los testimonios de primera mano que ha recogido Amnistía Internacional muestran un panorama muy distinto. Incluso si algunos manifestantes emplearon la violencia, la respuesta fue desproporcionada y provocó muertes y heridos entre manifestantes pacíficos", ha declarado Hassiba Hadj Sahraoui, directora adjunta del Programa Regional para Oriente Medio y el Norte de África de Amnistía Internacional.El ejército y el Ministerio del Interior dijeron ayer que la violencia fue precedida de un ataque de los manifestantes en los alrededores del Club de la Guardia Republicana, y anunciaron la muerte de un militar y de dos miembros de las fuerzas de seguridad.Sin embargo, los testimonios de testigos presenciales contradicen esta versión de los hechos. Amnistía Internacional ha visitado depósitos de cadáveres, hospitales y lugares donde hubo actos de violencia en El Cairo y en Alejandría para recoger testimonios de manifestantes heridos y familiares de víctimas. Sus conclusiones indican que las fuerzas de seguridad hicieron un uso desproporcionado de la fuerza, incluido el uso intencionado de medios letales. Muchas de las personas fallecidas y de los heridos recibieron disparos de perdigones y de munición real en la cabeza y la parte superior del cuerpo."Las autoridades egipcias deben poner fin al uso de la fuerza gravemente desproporcionada por parte del ejército y la policía. Incluso cuando algunos manifestantes empleen la violencia, el ejército debe responder de forma proporcional, sin matar ni herir a quienes no están poniendo en peligro la vida de los miembros de las fuerzas de seguridad o de otros. Deben garantizar que se realiza una investigación que todas las partes consideren independiente e imparcial para asegurar que no se encubre ningún supuesto abuso del ejército.""Las autoridades egipcias deben garantizar también que se emiten informes de autopsia e informes médicos para facilitar unas investigaciones exhaustivas y asegurar el acceso a la justicia y a una reparación."El temor de Amnistía Internacional a que se produzcan nuevos derramamientos de sangre se ve agudizado por las declaraciones de los líderes de la Hermandad Musulmana, en las que prometen seguir protestando hasta que se reponga al ex presidente y piden a sus simpatizantes que "se alcen" y "resistan" a pesar de los muertos y heridos."Mientras los políticos discuten sobre quién empezó la violencia, es evidente que, a menos que se refrene a las fuerzas de seguridad y se impartan órdenes claras sobre el uso de la fuerza, estamos abocados al desastre."Una mujer de unos 40 años que resultó herida el lunes dijo que la violencia comenzó cuando estaba terminando sus oraciones junto a una tienda en la que había mujeres y niños."Vi que unos hombres corrían hacia nosotros, luego empezó a caer gas lacrimógeno. No sabía qué hacer o a dónde llevar a los niños. No podía volver a las tiendas porque nos ahogaríamos y no sabía a dónde correr por los disparos... Había disparos y gas lacrimógeno en todas las direcciones... Había delante de mí hombres en el suelo en medio de charcos de sangre, me quedé debajo del árbol rezando … Pensé que era el final", dijo. Finalmente logró huir por una calle lateral.Amnistía Internacional entrevistó a varias mujeres más que tenían heridas de perdigones en la parte superior del cuerpo, como la espalda, y a un niño ?en un hospital de El Cairo? que tenía heridas en la cabeza, la cara y las piernas.Las muertes de ayer se produjeron después de los tiroteos del 5 de julio, cuando las fuerzas de seguridad mataron por disparos a cuatro personas durante las protestas celebradas frente a la sede de la Guardia Republicana.La organización concluyó también que las fuerzas de seguridad habían intervenido demasiado tarde o no habían intervenido siquiera durante los enfrentamientos entre partidarios y detractores de Morsi en El Cairo y Alejandría del 5 de julio que causaron la muerte de varias personas en ambos bandos.Al menos ocho personas perdieron la vida durante los enfrentamientos entre bandos rivales que duraron alrededor de cinco horas en la plaza de Tahrir y el distrito de Al Manial de El Cairo del viernes, en los que las fuerzas de seguridad estuvieron ausentes.El viernes, en Alejandría, al menos 17 personas perdieron la vida en la zona de Sidi Gaber. Las fuerzas de seguridad llegaron al lugar cuando ya habían muerto varias personas. Mohamed Badr al Din, residente local, fue apuñalado y arrojado desde un tejado por partidarios de Morsi.Un superviviente contó que huyó poco antes de que arrojaran a Mohamed Badr al Din desde el tejado."Un tipo grande con barba me persiguió con un cuchillo enorme y una bandera negra … Empezó a pegarme y levantó el cuchillo diciendo: 'Dios es grande'. Hui de él saltando a un patio de luces por una abertura en medio del tejado del edificio", dijo a Amnistía Internacional.Los residentes locales dijeron que la policía ignoró las llamadas para que interviniera."Las fuerzas de seguridad tienen la responsabilidad de mantener la seguridad y proteger la vida de las personas. Sin embargo, en lugar de impedir nuevos derramamientos de sangre, parece que contribuyeron a ellos con el uso excesivo de la fuerza e ignorando las peticiones de ayuda de la gente ?concluyó Hassiba Hadj Sahraoui?. Quienes atacan con violencia a sus adversarios políticos deben rendir cuentas de sus actos, sea cual sea su filiación política."