Las autoridades egipcias deben poner fin a su atroz política de detener ilegalmente y expulsar del país a cientos de personas refugiadas que han huido del conflicto armado de Siria. Así lo ha manifestado Amnistía Internacional.Tras la muerte, en las últimas semanas, de refugiados y solicitantes de asilo que cruzan el Mediterráneo desde el norte de África, un breve informe publicado hoy por Amnistía Internacional, 'We cannot live here any more': Refugees from Syria in Egypt, pone de relieve las trágicas consecuencias de la intransigente postura adoptada por Egipto respecto a los refugiados de Siria. Cada vez más refugiados arriesgan su vida para hacer el peligroso viaje por mar hasta Europa; muchos de ellos pagan a los traficantes de personas hasta 3.500 dólares estadounidenses por cabeza para hacer el viaje."Las autoridades egipcias tienen el deber de brindar protección a todas las personas que hayan huido del conflicto en Siria y busquen refugio seguro en su país. En estos momentos, Egipto está incumpliendo flagrantemente su obligación internacional y está dejando sin protección incluso a los refugiados más vulnerables", ha manifestado Sherif Elsayed Ali, director del equipo sobre Derechos de Personas Refugiadas y Migrantes de Amnistía Internacional."En lugar de ofrecer ayuda y apoyo fundamentales a los refugiados de Siria, las autoridades egipcias están deteniéndolos y expulsándolos, y burlando así las normas de derechos humanos. La mayoría de los refugiados perdieron sus hogares y sus medios de vida cuando huyeron de Siria. El no brindarles ayuda y protección arroja una mancha sobre la reputación de Egipto, y puede dañar seriamente su imagen como parte interesada clave de la región."Cientos de personas refugiadas que huyeron de Siria, entre ellas decenas de niños y niñas, muchos de ellos sin sus progenitores, son sometidas a detención prolongada en malas condiciones o son expulsadas, en algunos casos separando a miembros de una misma familia. Amnistía Internacional encontró entre los refugiados que estaban detenidos indefinidamente a dos gemelos de un año de edad.Varios refugiados dijeron a la organización que se habían visto obligados a abandonar Egipto a causa de las hostiles condiciones a las que se enfrentaban en el país.La Marina egipcia ha interceptado unos 13 barcos con refugiados de Siria que intentaban llegar a Europa. Según las cifras más recientes proporcionadas por el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), las autoridades egipcias han detenido a 946 personas que trataban de cruzar, y 724 -mujeres, niños, niñas y hombres- permanecen detenidas.En la mayoría de los casos, una vez detenidas, estas personas permanecen en reclusión indefinida por orden de la agencia de Seguridad Nacional de Egipto, incluso después de que la fiscalía haya ordenado su liberación.En un caso, un niño de nueve años, de Alepo, fue detenido en un barco junto con un amigo de la familia. Lo mantuvieron recluido, sin permitirle el acceso a su madre, durante cuatro días.La semana pasada, 12 personas se ahogaron cuando un barco que transportaba a refugiados procedentes de Siria naufragó ante la costa de Alejandría. Unos días antes, más de 300 personas, entre ellas varios sirios, murieron cuando su embarcación volcó mientras trataban de llegar a la isla italiana de Lampedusa.Una mujer, entrevistada por Amnistía Internacional, cuyo esposo fue detenido tratando de llegar a Italia, manifestó:"Vivimos sin esperanza mientras los días pasan [ …]. Lo único que quiero es que mi esposo regrese. Queremos asentarnos en algún país donde podamos estar a salvo [ …] [o encontrar] una manera de salir de Egipto sin que tenga que ser por mar. Ya no podemos seguir viviendo aquí."La semana pasada, durante una visita a una comisaría de Alejandría, Amnistía Internacional encontró detenidos allí de manera ilegal e indefinida a unos 40 refugiados de Siria, 10 de ellos niños. Los de menor edad eran dos gemelos de un año que llevaban allí recluidos desde el 17 de septiembre.Unos abogados dijeron también a Amnistía Internacional que les habían impedido representar a refugiados detenidos en comisarías de policía a lo largo de la costa mediterránea de Egipto. El ACNUR no tiene acceso a los refugiados detenidos.Los refugiados que son detenidos pueden elegir entre aceptar la expulsión o ser sometidos a una reclusión prolongada e ilegal. A consecuencia de ello, decenas de familias se han visto separadas a la fuerza. Los abogados dijeron a Amnistía Internacional que, al menos en dos casos, se habían producido expulsiones colectivas de refugiados enviados de vuelta a Damasco, Siria."El enviar a refugiados de vuelta a una zona de sangriento conflicto es una grave violación del derecho internacional. Los refugiados que han huido corren un peligro evidente de sufrir abusos contra los derechos humanos", ha manifestado Sherif Elsayed Ali.Recientemente -el 4 de octubre-, un grupo de 36 refugiados de Siria, en su mayoría palestinos, fueron enviados a Damasco. Se cree que muchos han sido recluidos en la Sección Palestina del servicio de Inteligencia Militar sirio en Damasco.Se ha acusado a refugiados sirios y palestinos de ser simpatizantes de la Hermandad Musulmana y de ser cómplices en la violencia política que estalló en Egipto tras el derrocamiento, el 3 de julio, del presidente Mohamed Morsi. Estos refugiados se enfrentan a un profundo estigma, y han sido objeto de ataques xenófobos en los medios de comunicación.En los últimos meses, las autoridades egipcias han impuesto también nuevas restricciones a las personas con ciudadanía siria que desean entrar en Egipto: les exigen obtener visados y permisos de seguridad antes de llegar al país. Amnistía Internacional pide a los países de la región que mantengan sus fronteras abiertas para quienes huyen del conflicto, y pide a la comunidad internacional que aumente las oportunidades para que los refugiados vulnerables sean reasentados fuera de la región."La introducción de restricciones que, en la práctica, cierran las fronteras a los refugiados que huyen de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad en Siria transmite un mensaje totalmente equivocado. Egipto debe ayudar a los sirios a ponerse de nuevo en pie, no ponerles las cosas aún más difíciles", ha manifestado Sherif Elsayed Ali.