Desafiando su propia Constitución de 1999, renegando de los compromisos asumidos con la ratificación universal de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, e ignorando los llamamientos de numerosas organizaciones nacionales e internacionales de derechos humanos, incluyendo el de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Venezuela se desligó de la Convención Americana y abandonó la jurisdicción de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, marcando un triste y decepcionante día para la justicia, los derechos humanos y el estado de derecho en este país.La protección brindada por la Corte Interamericana, que representa la última instancia y esperanza de justicia para miles de víctimas de violaciones de derechos humanos y sus familiares en todo el continente y que es un necesario complemento de los sistemas nacionales de justicia dejará, a partir de esta decisión del gobierno, de estar a disposición de los y las venezolanas.A lo largo de los años la Corte Interamericana ha abierto caminos en el ámbito de los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales. Ha sentado precedentes importantes en muchos temas y defendido los derechos de las mujeres, de los pueblos indígenas y de las víctimas de desaparición forzada, tortura y ejecución extrajudicial o sumaria cuando los estados han negado la protección de estos derechos. Ha dado respuesta y eco al ansia de justicia, verdad y reparación de las personas que han sufrido los efectos de dictaduras y conflictos en toda América.En el caso de Venezuela, no se pueden olvidar sentencias como las emitidas en los casos de el Caracazo, el Amparo, el Retén de Catia, la familia Barrios, la familia Uzcátegui, y muchas otras. Sobre el primero de los casos, Iris Medina, viuda de Wolfgang Quintana, asesinado en el Caracazo de 1989, expresó a Amnistía Internacional que la Corte Interamericana pudo al fin "dar respuesta a mi hija de lo que pasó, por qué a su papá lo mataron de esa manera. En la Corte fui escuchada y sentí respeto, eso fue un logro importante".Como Venezuela continúa siendo parte de la Organización de los Estados Americanos, el país seguirá estando sujeto al escrutinio y a las recomendaciones de la Comisión Interamericana. Además seguirá bajo el escrutinio de organismos de la ONU en línea con los tratados internacionales de derechos humanos de los que Venezuela es parte, lo que constituye escenarios adicionales en los que las organizaciones de derechos humanos y las víctimas seguirán su trabajo de denuncia y búsqueda de verdad, justicia y reparación.