"Me metí a las entrañas del Estado: vi su precariedad y su racismo"Sofía Macher fue una de las dos mujeres seleccionadas para formar parte de la Comisión de la Verdad y Reconciliación. La mayoría de los doce comisionados tenía perfiles académicos, había también expertos del conflicto interno de Perú y algunos religiosos. Pero con su experiencia como Secretaria Ejecutiva de la Coordinadora Nacional de Derechos humanos, Sofía Macher brindó la perspectiva de la sociedad civil y de las demandas de las víctimas. Ella estuvo a cargo de áreas claves como el desarrollo de las audiencias públicas, la protección de víctimas y testigos, y la relación con el grupo de abogados que prepararon la denuncia y documentación de 43 casos emblemáticos.De estos casos emblemáticos, Sofía Macher recuerda que a 10 años del informe final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación "sólo se ha alcanzado sentencia en siete casos. El grueso de los casos se encuentra en algún estadio del proceso judicial, la mayoría de ellos en fase de juicio oral. Otros simplemente están abandonados porque nadie los ha movido. Los fiscales no han logrado individualizar un perpetrador y entonces simplemente los han dejado caer. No te dicen "cerrado", sino que están "sin información". Los juicios de Fujimori, los juicios de desaparecidos como el caso de Castillo Páez, de las autoridades de Chuschi, por ejemplo, que tuvieron sentencias utilizando los tratados internacionales de desaparición forzada, no han sido tomados como jurisprudencia en otros casos."El nivel de prueba que se pide en los juicios es muy alto. Sofía Macher manifiesta que "si no identificas con pruebas documentarias al perpetrador directo no se configura el caso. Por ejemplo, en el caso de desaparecidos: si no se ubica la orden de detención del detenido, no existe esa detención. O si fue detenido en su casa y los familiares son los testigos de esa detención, tampoco se toma en cuenta porque algunos jueces consideran que los familiares son interesados, no son objetivos. Esto es atroz."Sofía Macher ha sido, hasta hace poco, Presidenta del Consejo de Reparaciones. El Consejo, creado en 2006, ha elaborado el Registro Único de Víctimas y ha identificado hasta la fecha a más de 182,000 personas, entre víctimas directas y familiares de víctimas. Sofía Macher lamenta que, a pesar de que aproximadamente un tercio de estas personas ha recibido algún tipo de reparación, por pequeña que sea, "las víctimas se sienten maltratadas, no respetadas, el Estado no responde a sus expectativas. No se cuida la parte simbólica de la reparación." Según Macher, hay una actitud burocrática que acaba discriminando y revictimizando a las personas afectadas: "el Estado ahora tiene recursos económicos. No se trata de un problema de plata, es un problema de entendimiento y respeto, de saber cuáles son las obligaciones del Estado como garante de derechos", afirma.Macher reconoce que desde el Informe Final, sí ha habido avances, sobre todo en el tema de construcción de institucionalidad y una mejor definición y control democrático de las Fuerzas Armadas y el orden interno. A la vez, ha habido pasos atrás, con la introducción de decretos que autorizan el uso de las Fuerzas Armadas en casos de conflictos sociales y que podrían crear impunidad. En otros ámbitos los avances son sólo parciales. En el caso de la Ley de Consulta Previa, por ejemplo, "no se aplica una ley que, supuestamente, era muy buena". En lo que respecta a la inversión en el área rural "hay un fondo enorme que se ha destinado para las inversiones en servicios básicos, pero no se toma en cuenta las decisiones y visiones de las poblaciones indígenas. Hay un déficit de participación". Y esto, según ella, tiene que ver con la persistencia del "racismo, con la discriminación en la sociedad peruana, donde queda aún mucho por transformar."Una de las razones principales para el establecimiento de la Comisión de la Verdad fue intentar esclarecer el tema de los desaparecidos. Para Sofía Macher, a diez años del Informe Final, esto sigue siendo el déficit mayor: "en 1983, Amnistía Internacional fue una de las primeras organizaciones que juntó una lista de 1,000 personas desaparecidas, y esto se vuelve un escándalo porque nadie sabía de ello hasta ese momento." Al día de hoy, el Ministerio Público maneja una lista de 15,000 personas desaparecidas. Las investigaciones han permitido recuperar los restos de 2,000 personas y se ha logrado identificar a la mitad de estas. Pero, para dar solución al tema, Sofía Macher insiste que es necesario establecer una oficina de búsqueda e identificación de los restos.La experiencia de Sofía Macher dentro de la Comisión de la Verdad la ha convencido profundamente de la importancia del diálogo y de la tolerancia: "Estas personas de Sendero Luminoso o del MRTA, que quisieron hacer una revolución para cambiar una situación totalmente injusta, al final fracasaron y dejaron un desastre mayor. La gran enseñanza de todo este conflicto y todos los horrores que se han vivido es que el uso de la violencia no puede resolver los problemas sociales. Tenemos que ser capaces de encontrar puntos intermedios para ir poniéndonos de acuerdo e ir cambiando cosas. Tenemos que conversar". Y, al mismo tiempo, esta experiencia amplió su perspectiva: "El haberme metido en las entrañas del Estado, y haber conocido cómo respondió a la subversión, en vez de radicalizarme, me dio conciencia de la precariedad de las instituciones estatales, y de que el conflicto se dio en una sociedad totalmente racista. Hasta antes de la Comisión, mi foco estaba centrado en las violaciones de derechos humanos; y lo que tengo ahora es una visión mucho más amplia de la sociedad y su complejidad, de lo que tiene que hacerse para transformarla. Todavía al día de hoy hay mucho por hacer", concluye.