El nuevo decreto emitido por el gobernador de Río de Janeiro, que autoriza recortes en el gasto en vísperas de los Juegos Olímpicos de 2016, no debe utilizarse como excusa para recortar servicios básicos para la población y formación para las fuerzas de seguridad que se desplegarán en las favelas. Así lo ha manifestado Amnistía Internacional."La decisión de recortar en servicios sociales y seguridad en vísperas de las Olimpiadas de Río resulta no sólo sorprendente, sino también increíblemente inquietante, especialmente teniendo en cuenta el pésimo historial de Río en lo que se refiere a homicidios y muertes a manos de la policía", ha manifestado Atila Roque, director de Amnistía Internacional Brasil."Lo que Río necesita es, no una disminución, sino un aumento de la inversión para garantizar que las fuerzas de seguridad que se desplegarán en el estado cuentan con formación adecuada para prevenir el tipo de violaciones de derechos humanos que llevamos años documentando.""No es momento de ocultarse tras las cifras. Las autoridades de Río de Janeiro tienen el deber de mantener a su población segura. Si no se toman este deber en serio, lo único que conseguirán es causar más dolor y sufrimiento."