Tras el anuncio de la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos indicando que escuchará los alegatos sobre la política discriminatoria del presidente Trump llamada "Prohibición a personas Musulmanas" ("Muslim Ban") y permitiendo que esta entre momentáneamente en vigor, Margaret Huang, directora ejecutiva de Amnistía Internacional en Estados Unidos emitió la siguiente declaración:

"No puede permitirse que esta política fanática vuelva a implementarse, el Congreso de los Estados Unidos debe intervenir de inmediato y anularla de una vez y para siempre. Siempre estuvo muy claro que la discriminación era el basamento de esta política.

"Permitir la aplicación de cualquier parte de esta prohibición puede crear caos en los aeropuertos del país y provocar la separación de familias. En vez de permitir que las personas estén más seguras, esta prohibición demoniza a millones de personas inocentes y genera ansiedad e inestabilidad a quienes quieran visitar a un familiar, estudiar, trabajar, retornar al país al que llaman hogar, o simplemente viajar sin temor."